El chuletón anticrisis


Por Fernanda Barbosa

Finales de 1929. El mundo vivía su peor crisis financiera hasta la fecha. Grandes empresarios vieron sus fortunas convertirse en polvo. Algunos, que no aguantaron la presión, pusieron punto final en sus vidas. El hundimiento bursátil, que empezó en EEUU, luego se expandió por todo el mundo occidental. ¿Un momento para ser olvidado? No para Kiko, que lo recuerda todos los días al llegar a su restaurante, la Taberna 1929, en Argüelles. “Es un homenaje al siglo XX”, explica.

Según este carioca de Vila Isabel, la crisis es un “termómetro” que muestra la necesidad de cambiar algunas actitudes e incentiva a los afectados a utilizar “mucha creatividad y mucho esfuerzo” para salir de ella. Y la Taberna 1929 puede ayudar a captar la inspiración que haga falta. Un chuletón de buey (o un carpaccio de reno) acompañado por un buen vino trae la felicidad suficiente para que uno se aleje de sus problemas y reflexione mejor. Si el presupuesto no alcanza para tanto, el pan hecho en el propio restaurante o un generoso pincho de tortilla ya lo resuelven.

Kiko da otras sugerencias para enfrentar a la crisis: “Hay que hacer publicidad y dejar todo arreglado, bonito y bien hecho”. Además, uno debe de dedicarse a los pequeños placeres de la vida que alimentan el alma. Para eso, el brasileño utiliza su guitarra. “El trabajo aquí es muy duro. La música toca mi interior y me hace venir a trabajar con más alegría”, asegura.

A pesar de vivir en España desde sus 15 años y ser hijo de gallegos, el gusto musical de Kiko es verde y amarillo. Como un buen enamorado de la Bossa Nova, suele escuchar a Tom Jobim, Noel Rosa y Hermeto Pascual. Para tocar en su guitarra, prefiere la melodía de Ligia (de Tom Jobim) y Desafinado (de Tom Jobim y Newton Mendonça).

Pinche para escuchar Ligia en la voz de Chico Buarque (video You Tube)
Pinche para escuchar Desafinado en la voz de Joao Gilberto (video You Tube)

Pero la música no es el único recuerdo que Kiko trae de Brasil. “La imagen del verde de la vegetación, el olor a tierra mojada y la alegría de la gente son cosas inolvidables”. Con tanta inspiración, no es difícil tener nuevas ideas para vencer las dificultades financieras. Y la receta para combatir la crisis, el propio dueño de la Taberna 1929 explica: “Tranquilidad, imaginación y mucho, pero mucho, trabajo”.

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